“Quiero, después de más de tres años de espera, poder ser escuchada. Quiero que la Justicia sepa de todas las secuelas que me quedaron y que él, como si nada, sigue jugando al rugby, divirtiéndose con sus amigos en reuniones y llevando una vida normal. En cambio, ya a veces ni puedo levantarme de la cama”, dijo Paula Argañaraz, quien hace casi cuatro años fue atropellada por un adolescente de 16 años que quedó cerca de ser enjuiciado
El 4 de junio de 2017, la joven, que hoy tiene 22 años, cruzó la avenida Aconquija y fue arrollada por un vehículo que se dio a la fuga. Días después, la odontóloga María Berta Poliche se presentó ante el fiscal Diego López Ávila para informar que ella conducía el vehículo.
A las pocas horas, se descubrió que la profesional había mentido para proteger a su hijo, S.R. que tenía 16 años. A partir de ese momento se inició una batalla legal, mientras Paula luchaba por su vida en un sanatorio.
López Ávila pidió en 2018 que el acusado fuese enjuiciado por el hecho. En 2019, cuando el caso estaba cerca de llegar a debate, los defensores del acusado propusieron una probation (suspensión a juicio a prueba) para evitar enfrentar a un tribunal. Además de fijar pautas de conducta ofrecieron una reparación económica para la víctima de $ 1 millón por los daños, que pagarían en cuotas. Pero el acuerdo no prosperó.
El caso indefectiblemente debería haber llegado a juicio, pero en 2020 no se produjo por la pandemia. Al entrar en vigencia el 1 de septiembre el nuevo código, la causa tuvo un cambio. Todos los expedientes en los que se encuentran involucrados menores, deben adecuarse al sistema adversarial. Ese debate se suspendió porque el padre del acusado indicó que no había conseguido un defensor, por lo que se reprogramó el acto procesal.
Y ayer fue el día que la joven esperaba desde hace mucho tiempo. Antes de que comenzara la audiencia, la jueza especializada en Niños, Niñas y Adolescentes, Judith Solórzano, había anticipado que sólo autorizaría que el debate fuese público si el imputado lo aceptaba. “Quiero que todos sepan lo que pasará aquí. Es una manera de que el proceso sea lo más transparente posible”, señaló Argañaraz. Pero el joven, después de mantener una reunión privada con sus defensores, Juan Andrés Robles (particular) y Alejandra Rivas (defensora de Niños, Niñas y Adolescentes), dijo que no y LA GACETA tuvo que retirarse de la audiencia.
Se supo que el acusado no hizo uso de la palabra y que la víctima detalló paso a paso cómo fueron estos años. “El accidente me complicó la vida. No puedo estudiar con normalidad, no puedo hablar bien (tiene cinco prótesis en las cuerdas vocales) y todos mis sueños se demoraron por la recuperación que tuve que afrontar”, indicó.
José María Molina, representante legal de la víctima, salió satisfecho de la audiencia. “Quedamos muy cerca del final de este proceso para que se escuche el tan ansiado reclamo de justicia que viene solicitando desde hace varios años”, comentó el profesional.
Cumplido este paso procesal, el próximo será la audiencia del debate. Allí se planteará el caso y un tribunal decidirá si es penalmente responsable por el hecho. Si es así, un juez especializado le fijará la condena.